Alberto Arrando Garrido

En 1919 ya ostentaba el rango de capitán y se encontraba al frente el Somatén en la zona de Puigcerdá.[2]​ Se mantuvo fiel a las autoridades republicanas, y al frente de las fuerzas de seguridad contribuyó decisivamente al fracaso de los militares rebeldes en la capital catalana.Durante los Sucesos de mayo de 1937 el ya Teniente coronel Arrando fue nombrado Delegado de Orden público para Barcelona,[3]​ en sustitución del coronel Antonio Escobar, que había resultado herido.[6]​ Al final de la contienda marchó al exilio, trasladándose a México a bordo del Nyassa.Tenía un hermano, Francisco, que también pertenecía al Cuerpo de Asalto y murió durante los combates de julio de 1936 en Barcelona.