El alba bautismal es una túnica que se imponía al neófito en la iglesia católica para recibir el sacramento del bautismo.
Talar, envolvía todo el cuerpo y usábala el nuevo bautizado sin ningún otra prenda encima ni debajo.
Ya en pinturas de las catacumbas se ven a los neófitos vistiendo el alba bautismal.
Los escritores sagrados del siglo IV son quienes primeramente hacen mención de esa ceremonia.
Alguna vez se echó mano de las albas así conservadas como prueba testifical contra apóstatas y descarriados.