La Alambrada de la Muerte (en neerlandés: Dodendraad) fue una verja eléctrica creada por las fuerzas militares del Imperio alemán para controlar la frontera entre Bélgica y los Países Bajos durante la ocupación de Bélgica en la Primera Guerra Mundial.
Para las autoridades alemanas, la estructura era llamada oficialmente Grenzhochspannungshindernis (‘barrera fronteriza de alto voltaje’).
[1] Al invadir el Imperio alemán la neutral Bélgica, los belgas comenzaron a cruzar la frontera con los Países Bajos en masa.
Los periódicos locales de los Países Bajos meridionales llevaban casi a diario informes sobre las personas que eran electrocutadas.
El gran número de víctimas mortales no solo provocó un fuerte aumento del antigermanismo —en un país que hasta ese momento había sido totalmente hostil hacia el Reino Unido debido a la segunda guerra bóer—, sino también hizo que el contrabando de mercancías en la zona limítrofe se hiciera mucho más peligroso, y por tanto, más lucrativo para los delincuentes locales.