Al principio de su reinado, Al-Qádir pareció satisfacer a los buyíes como el califa dócil que deseaban.Baha ad-Dawla no defendió sus fronteras, dejando a sus vecinos merodear por su territorio.En 1008 aplastó a un ejército indio y se entregó de nuevo al pillaje, anexionando el Punjab.El califato chiita fatimí amenazaba al Imperio en Siria, y particularmente en Palestina.En 1018, después de haber condenado a los ismailitas fatimíes, hizo dar lectura solemne a una profesión de fe, llamada en su honor Risala al-qadiriya,[1] por la cual hacía del hanbalismo la doctrina oficial.