Abu Ŷá'far, tomando conciencia de su incapacidad para reconducir la situación, llamó en su ayuda a los hamdaníes.El gobernador de Wasit se rindió a los buyíes y, junto con ellos, marchó sobre Bagdad.El califa fue recibido con aparente satisfacción por los emisarios buyíes venidos para discutir las condiciones de paz, y se declaró presto a reconocerles los derechos sobre todos los territorios recientemente conquistados.La sucesión recayó en al-Mutí, primo de al-Mustakfi, quien esperaba la ocasión desde hacía largo tiempo, y cuando los buyíes invadieron Bagdad se puso a su disposición.Esta sumisión no le valió para ser mejor tratado, pues ni siquiera tenía la posibilidad de nombrar a sus visires.