Abadal cree que era un magnate godo, quizá un lugarteniente o adicto al ex conde Bera.
Desde la zona central que ocupaba, Aizón atacó el condado de Cerdaña y la región del Vallés.
Aizón se vio obligado, a su vez, a pedir ayuda al emir de Córdoba, Abderramán II, al que envió una embajada presidida por su hermano.
El cordobés envió al general Ubayd Allah, conocido también como Abu Marwan, que llegó a Zaragoza en mayo de 827.
Probablemente Aizón se refugió en Córdoba donde, más tarde, sospechoso de conspiración, fue asesinado por orden del emir.