Guillemó

Gobernó estos territorios desde aproximadamente el año 820 hasta el 827, cuando se unió a la revuelta contra el dominio franco liderada por Aysun y apoyada por el Emirato de Córdoba.

[1]​ Esto lo situaba en una posición privilegiada dentro del entorno de los territorios bajo dominio carolingio, cuya administración era a menudo compartida entre nobles godos y francos.

Durante su mandato, Guillemundus se esforzó por defender sus tierras contra las incursiones musulmanas y preservar la estabilidad en la región.

En 826, Guillemundus se unió a la rebelión liderada por Aysun, un noble visigodo que buscaba recuperar el poder y revertir la influencia franca en la Marca Hispánica.

[6]​ La revuelta de Aysun obtuvo el respaldo del Emirato de Córdoba, ya que el emir Abd al-Rahman II veía en ella una oportunidad para desestabilizar las fronteras del imperio carolingio y debilitar su presencia en la región.

Durante varios meses, las fuerzas rebeldes resistieron las ofensivas francas, refugiándose en las montañas del Razès y llevando a cabo una guerra de guerrillas.

[10]​ Gaucelmo, un noble franco y aliado cercano de la corte imperial, fue designado para sustituir a Guillemundus en estos territorios.

Su administración marcó un cambio en la gestión de Razès y Conflent, consolidando la influencia franca en una región donde previamente la nobleza visigoda tenía un rol destacado.