Se articula en tres vertientes: Está considerada uno de los cuatro miles más difíciles de los Alpes, puesto que no tiene ninguna vía con gradación inferior a MD y los itinerarios glaciales son lo suficientemente derechos y sostenidos para merecer también esta calificación.
Justo es decir que esta última parte de más pendiente la evitaron Whymper y sus compañeros en aquella primera subida, saliendo hacia su derecha, a un terreno mixto de nieve y roca.
Sea cómo sea, el éxito logrado por Whymper en esta empresa fue determinante para otorgarle la convicción personal y el prestigio que le permitiría –dos semanas después– organizar el asalto victorioso al más codiciado de los trofeos alpinos en aquella época: el Cervino.
Naturalmente recibiría el nombre de corredor Couturier, y es actualmente la vía más frecuentada.
Finalmente, en 1935, cuando ya parecía que esta montaña había rendido todos sus secretos, una nueva vía, austera, sin sol, pero de gran belleza, fue abierta por su cara más sombría: el Nant Blanc, lo que supondría el preludio a una serie de conquistas de gran dificultad en los Alpes y que se extenderían rápidamente a todas las montañas del mundo.