Ahí empezó a jugar al fútbol, pasando por varios equipos locales, como el Gladiator, el Internacional y el Centre d'Esports Sans.
Su buen rendimiento despertó el interés de los principales clubes barceloneses y, aunque tenía un preacuerdo con el RCD Español, finalmente saltó al FC Barcelona.
En su primera etapa como barcelonista, que duró seis temporadas, logró cuatro campeonatos de Cataluña y dos copas del Rey.
Durante toda su carrera Sancho había compaginado el fútbol con su trabajo como albañil, ya que hasta finales de los años veinte no se reconoció el profesionalismo en España.
En su último año, la temporada 1927-28, tuvo una papel testimonial, y solo jugó algunos partidos amistosos con el equipo de reservas del Barcelona.
En 1928, coincidiendo con el final de su etapa en el FC Barcelona, entrenó durante algunos partidos al UE Sant Andreu.
Varios excompañeros, como Samitier, Alcántara, Planas o Calvet llevaron el féretro a hombros hasta el Cementerio de Las Corts.