Ágrafa de Jesús

[1]​ El término fue utilizado por primera vez por Johann Gottfried Körner, un teólogo alemán, estudioso de la Biblia en 1776.

Los evangelios canónicos, según ellos mismos afirman, no contienen todas las cosas que Jesús pronunció en su vida.

Los ágrafa contenidos en los libros canónicos del Nuevo Testamento, obviamente fuera de los cuatro evangelios.

[4]​[5]​ Trescientos años más tarde, del otro lado del mediterráneo, Agustín de Hipona (354 – 430) en su comentario al salmo 102 vuelve a citar este ágrafon: «Enim dictum est "omni petenti te da", et de alio dictum est "desudet eleemosyna in manu tua, donec invenias iustum cui eam des"», que en español significa: «En efecto, ha sido dicho "da a todo el que te pida", y sobre el otro tema ha sido dicho: "sude la limosna en tu mano, hasta que conozcas al justo a quien se la das"».

[8]​ También Casiodoro (c. 485 – c. 580), describiendo el salmo 40 en su Expositio in Salterium dice «Scriptum est etiam: Desudet eleemosyna in manu tua, donec invenias iustum, cui eam tradas», que quiere decir: «Está escrito también: sude la limosna en tu mano, hasta que conozcas al justo a quien se la des».

[9]​ Similarmente el papa Gregorio Magno (c. 540 – 604) en su Regula Pastoralis afirma «Scriptum est: Desudet eleemosyna in manu tua»,[10]​ y lo mismo dice Bernardo de Claraval (1090 – 1153).

[14]​ En 1897 y 1903 se descubrieron valiosos papiros que contenían estos dichos en Oxyrhynchus, Egipto.

Las primeras tradiciones atribuían a san Mateo un libro donde se recogían estos dichos de Jesús.

Jesús alimentando a la multitud.
San Marcos, el evangelista.