Japón estaba ganando 2-1 hasta el último minuto, pero un tardío gol irakí concluyó el partido en empate.
Corea del Sur incluso terminó empatado en puntos con Japón, pero ganó el desempate por tener mejor diferencia de goles.
El fallo de clasificación y la forma dramática en la que sucedió causó un gran desaliento en los hinchas japoneses.
El fútbol se había vuelto muy popular en Japón con el lanzamiento de la liga profesional ese mismo año, y mucho antes, el equipo nunca había estado tan cerca de clasificarse a ninguna Copa del Mundo.
Aunque solo un punto separaba al primer y quinto puesto y sólo Corea del Norte había sido eliminada, Japón podía clasificar al torneo final con una victoria sin importar los demás resultados.
Japón pudo haber clasificado incluso con un empate, siempre y cuando Corea del Sur o Arabia Saudita no hubiesen ganado sus últimos partidos, e Irán no venciera a Arabia Saudita por más de cuatro goles.