Agencia de Investigación Criminal (México)

Tiene como objetivo la planeación, coordinación, ejecución, supervisión y evaluación de las acciones para combatir el crimen a través de productos de inteligencia, análisis de información, servicios científicos y forenses que sustenten la investigación de los delitos.[1]​[2]​ La Agencia tiene adscrita bajo su mando a la Policía Federal Ministerial, al Centro Federal Pericial Forense y el Centro Federal de Inteligencia Criminal, además de estar en contacto directo con la INTERPOL.[1]​ La Agencia de Investigación Criminal fue creada por decreto en el Diario Oficial de la Federación mexicana el 25 de septiembre de 2013 e inició operaciones el 26 de septiembre del mismo año, ante los cambios organizacionales dentro de la Procuraduría General de la República y los nuevos retos que se presentó en el país en materia de seguridad y procuración de justicia que requería la creación de un órgano especializado que ayudase en una mayor efectividad en el combate a la criminalidad durante la administración de Enrique Peña Nieto.En septiembre de 2016, el entonces titular Tomás Zerón renunció a su cargo tras haber sido señalado de presuntamente alterar evidencias halladas del caso de Ayotzinapa, envolviendo en polémica a la agencia.[3]​ Para el desempeño de sus funciones la agencia está compuesta de la siguiente estructura:[4]​