Sin embargo, los restos encontrados en la ciudad son muy extraños,[aclaración requerida] ya que este territorio fue azotado por las fuertes fluctuaciones de la costa, en relación con alternancia de periodos glaciales e interglaciales.
En la ciudad, varios depósitos dan testimonio de la presencia de hábitats en el Neolítico y la Protohistoria (Edad del Cobre y Edad del Bronce).
Los primeros pueblos que se asentaron en la zona fueron los Ligures d'Agde y los íberos, luego al siglo III a. C., y se establecieron allí un pueblo celta conocido como los Volcas tectósages.
Tras la caída del Imperio romano en el año 476 d. C., el pueblo franco se asentó en todo lo que fue la antigua Galia.
Durante la Edad Media, los vikingos atacaron en numerosas ocasiones la zona, dejándola muy vulnerable.