Hitler lo utilizó en numerosas ocasiones; allí llegó en loor de multitudes el boxeador Max Schmeling en 1936 tras derrotar a Joe Louis; y allí aterrizaron los aviones del Puente Aéreo durante el Bloqueo de Berlín.
Una larga batalla judicial había enfrentado a las aerolíneas que utilizan el aeropuerto de Tempelhof con los promotores de su cierre, reclamando aquellas que, hasta que el nuevo aeropuerto estuviese completamente operativo, se les permitiese seguir usando el aeródromo.
Los aviones podían realizar el rodaje directamente hasta el edificio, donde los pasajeros desembarcaban al abrigo de las inclemencias meteorológicas, gracias al enorme pabellón saliente que cubría (y cubre) la zona.
El diseño del aeropuerto ya contemplaba la construcción de enormes hangares anexos para el estacionamiento de aeronaves y otras instalaciones que convierten a Tempelhof en un adelantado a su época.
Sin embargo, el diseño completo no pudo terminarse debido al estallido de la Segunda Guerra Mundial.
Pese a que Tempelhof fue tomado por los soviéticos, la división de Berlín en cuatro zonas controladas por las potencias vencedoras de la guerra dio como resultado que el aeropuerto pasara a manos americanas, al estar la zona en la parte de Berlín controlada por estos.
Seis días después de empezar el bloqueo soviético despegó el primer avión del Puente Aéreo hacia Berlín, llevando 80 toneladas de alimentos.
El aeropuerto era el acceso principal de norteamericanos, franceses y británicos a la ciudad, y se convertiría pronto en un lugar relativamente peligroso.
Tras el final de la II Guerra Mundial, solo las potencias aliadas podían utilizar los aeropuertos berlineses.
Este hecho, ratificado por una cláusula del Tratado de las Cuatro Potencias sobre Berlín de 1972, implicaba que las aerolíneas alemanas, como Lufthansa, no podían establecer rutas aéreas desde o hacia Berlín Oeste.
En 1975, todo el tráfico aéreo comercial se trasladó a Tegel, quedando Tempelhof únicamente como báse aérea militar hasta su reapertura al tráfico comercial en 1990.
Desde entonces, el aeropuerto se usa principalmente para aviación general, pequeños aviones chárter y aviación regional, siendo Tempelhof, de los tres aeropuertos berlineses, el que menos tráfico opera.
Su cierre estaba inicialmente previsto para 2004, pero una demanda interpuesta por las compañías que operaban en el aeropuerto había retrasado su cierre hasta el 31 de octubre de 2008.
La entrada al parque es libre desde las 6 de la mañana hasta el anochecer.
La carrera resultó en una victoria para Jérôme d'Ambrosio, en ese momento piloto de Dragon Racing.
En la serie de History Channel La Tierra Sin Humanos, el Aeropuerto Tempelhof es usado como ejemplo de lo que le suceden a las grandes aerolíneas cuando desaparecen los humanos.
El aeropuerto de Berlín-Tempelhof sale en la película Atómica cuándo Lorraine Broughton (Charlize Theron) llega a Berlín.