La aerolínea TANS Perú operaba vuelos hacia Chachapoyas, pero dejó de ser rentable tras la catástrofe aérea del vuelo 222, en 2003.
A partir de ese momento, el aeropuerto de Chachapoyas ya no recibía vuelos comerciales regulares.
[2] El 7 de julio del mismo año, dos meses después de haber inaugurado la nueva ruta aérea, la aerolínea decidió cancelar los vuelos "por problemas operacionales".
Los costos de las obras ascendieron a 7,489,964 nuevos soles.
La catástrofe aérea no dejó sobrevivientes: tanto los 41 pasajeros como los 5 miembros de la tripulación murieron.