Al cierre de 2010 la instalación aún tenía las certificaciones operacionales requeridas y algunas tensiones persistían con los terratenientes locales.
El desarrollo comercial está planeado en tierras propiedad del aeropuerto de Lombok.
Los desalojados nunca habían sido consultados sobre el proyecto del aeropuerto y quedaron sin un medio para producir sus alimentos.
Dentro de las personas que fueron disparadas, se encontraban dos mujeres y al menos un niño.
Un informe de Land Research Action Network (LRAN) declaró que los testigos oculares, incluidos periodistas, vieron disparar a la corona, rociando personas con gases lacrimógenos y disparos que consistían en balas de goma y metal.
El proyecto del aeropuerto amenazaba el derecho a la alimentación de aproximadamente 7,000 personas.
[5] En junio de 2006, los campesinos reaccionaron con enojo ante los topógrafos, custodiados por la policía, que medían el terreno para la expansión del aeropuerto.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos, Komnas Ham había presentado una carta sobre el asunto.