Tenía como pariente al gigantesco Argentinosaurus, con la diferencia de que este era mucho más pequeño.
En 1999 un grupo expedicionario de la Universidad de Pensilvania viajó a Baharija, donde trabajara Ernest Stromer a principios del Siglo XX.
Como Stromer no proporcionó ningún mapa de sus sitios, fueron forzados a emparejar visualmente sus descripciones publicadas con la estratigrafía del sitio y las formas del relieve con los afloramientos.
Los descubrimientos más significativos hechos por este equipo incluyen los esqueletos parciales de un terópodo gigante, posiblemente un Spinosaurus, restos de Aegyptosaurus, y del dinosaurio un generador y un espécimen actualmente indeterminado.
Además de éstos, el equipo descubrió unas 20 acumulaciones aisladas de huesos que contienen por lo menos dinosaurios, tortugas, y cocodrilos, plantas y gastrópodos.