Adriana García Roel

[1]​ Se la considera junto a Irma Sabina Sepúlveda, pionera del movimiento literario de mujeres neoleonesas en el siglo XX, en una época en que las mujeres —especialmente las de provincia—, estaban relegadas únicamente a las labores del hogar.

[2]​ Fue Adriana García integrante de una familia de profesionistas e intelectuales neoleoneses entre quienes se encontraba su tío materno ya mencionado Santiago Roel, quien fue un historiador.

Todos sus hermanos realizaron carreras profesionales, Ricardo estudió medicina, Mario derecho, Alonso fue un médico oftalmólogo y su hermano Fernando fue rector del Tecnológico de Monterrey.

[2]​ Una vez concluidos sus estudios, Adriana García se dedicó a dar clases de inglés en Monterrey y a la par comenzó a escribir cuentos y ensayos que se publicaban en medios de comunicación como Revista de revistas, El Día, o Continental; sin embargo, le daba vergüenza que sus conocidos se enteraran de lo que escribía por lo que sus publicaciones los firmaba con los seudónimos «Nada» o «Nadie».

La obra tuvo en su mayoría críticas positivas, aunque no escapó de las críticas en contra de su obra, sosteniendo algunos autores que la novela carecía de valores literarios y que parecía más un reportaje que una novela;[2]​ no obstante, el periódico que convocó el concurso, publicó la novela en un folletín encuadernable y la editorial Porrúa también la reprodujo.