Adriana Aizemberg

Aizemberg estudiaba arquitectura y declamación cuando llegó a Santa Fe la compañía del teatro Fray Mocho, que dirigía Oscar Ferrigno, y luego de ver varias de sus puestas en escena decidió radicarse en Buenos Aires y estudiar teatro en la escuela de ese grupo.

A poco fue convocada por Lidée Lisant y Carlos Gorostiza -que dirigían el teatro San Telmo- para un papel en la pieza Ah, soledad, de Eugene O'Neill, mientras continuaba su perfeccionamiento con el maestro Augusto Fernandes.

Integrando la compañía de este último hizo giras por diversas ciudades del mundo, donde pusieron en escena las obras Fausto y Peer Gynt con enorme éxito.

Su debut en cine se produjo en 1966 encarnando un pequeño papel en Todo sol es amargo, dirigida por Alfredo Mathe.

Al año siguiente participó en El ABC del amor (segmento Noche terrible) dirigida por Jorge Rivera López y recién reingresó a la pantalla en 1975 con la película La Raulito, de Lautaro Murúa.