Sin embargo, su amor a la escultura lo expresó en los diseños de sus tipos.
Su trabajo llegó a oídos de Charles Peignot, presidente de la fundición francesa Deberny & Peignot, quien sorprendido por su trabajo preciso y detallista ofreció a Frutiger un puesto en su empresa.
Luego este sistema se empleó para la Frutiger, Avenir, Helvética Neue y otras más.
Esta tipografía no es estrictamente geométrica ni humanista; sus formas están diseñadas para que cada carácter individual sea reconocido fácilmente.
Su uso es casi universal, funcionando perfectamente tanto en titulares y carteles como en grandes bloques de texto.