Su padre, Frédéric Ferriére, era médico y vicepresidente de la Cruz Roja, y cuando Ferrière tenía ocho años le diagnosticó una pérdida auditiva que fue aumentando hasta dejarle sordo antes de cumplir los 20 años.
Entre los años 1912 y 1922, fue profesor del Instituto Jean-Jacques Rousseau (Ginebra) junto con otras personalidades como Pierre Bovet o Édouard Claparède.
A finales de los años veinte es un momento muy importante en su carrera pedagógica ya que es continuamente solicitado y solo en el año 1928 pronunciará cuarenta conferencias.
En 1929, filma la película Chez nous, la cual plasma los principios de la Escuela activa que llevan al niño a ser feliz y responsable.
Adolphe Ferrière prologó el libro Hommes sans Visages de Henriette Ith-Wille, publicado en 1942.