Adolfo Constanzo

Ya adolescente, se hizo amigo de otro sacerdote del rito palo mayombe, quien le enseñó las habilidades necesarias para acabar siendo un narcotraficante y estafador en una carrera "encaminada hacia la maldad".

Apuesto y bisexual, sus amigos de Miami le consiguen trabajo como modelo en México.

Sobre los siguientes años se convertiría en el líder de un poderoso culto que tenía a capos del narco, músicos famosos e incluso oficiales de policía bajo su mando.

Al contrario que otras religiones, los cultos sincréticos afroamericanos (santería, palo, umbanda, etc.) no requieren lugar de culto, celebrándose este en el domicilio particular del oficiante.

Estas víctimas cayeron junto con los rivales del culto y de las drogas.

Cuando la policía finalmente irrumpió, Constanzo y Quintana ya habían muerto.