De 1906 a 1907 José Canalejas le nombró secretario político del Congreso.
En 1920 fue elegido miembro de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas[2] con el discurso «La crisis del régimen parlamentario (Concepto del legislador)» (1922).
Se dedicó al estudio del derecho parlamentario, a la historia parlamentaria de España, al funcionamiento de las Cortes Españolas y al estudio de personajes históricos como Antonio Cánovas de Castillo y Francisco Romero Robledo.
Mantuvo estrechos vínculos con Cataluña, puesto que veraneaba en l'Arboç, pero escribió algunas disertaciones valorando bastante negativamente el catalanismo.
[3] Al estallar la guerra civil española fue apartado del servicio por desafección a la Segunda República, puesto que fue uno de los académicos que apoyó activamente al nuevo régimen.