Se desempeñó como senador, presidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y gobernador del estado de Hidalgo.
Fue en su juventud jugador profesional de futbol en su país, y llegó a militar en el Club América.
Llegó a la presidencia del PRI designado por el presidente Miguel de la Madrid, en medio de la crisis económica provocada por la crisis internacional del petróleo.
Durante su mandato el PRI comenzó a perder elecciones, particularmente en Chihuahua, Durango y Coahuila.
Él pronunció entonces la que se convertiría en su frase célebre: En 1986 fue postulado como candidato a gobernador de su estado natal, Hidalgo, donde antes y después de él han ocupado la gubernatura varios miembros de la misma familia: Bartolomé Vargas Lugo (su tío), Javier Rojo Gómez (su tío político), José Lugo Guerrero (su tío), Jorge Rojo Lugo (su primo) y Humberto Lugo Gil (su primo).