Administración del Club Social y Deportivo Colo-Colo

El Club Social y Deportivo Colo-Colo es una corporación chilena dedicada al fútbol profesional con base en la ciudad de Santiago.

Desde 2005, es administrado por la sociedad anónima Blanco y Negro S.A., bajo un sistema de concesión según lo establecido por la Ley N° 20.019.

En la reunión se acordó que el club fuese administrado por un directorio encabezado por un presidente, quien sería elegido directamente por los socios de la institución.

El primer directorio estuvo conformado por Alberto Parodi en el cargo de presidente, Adolfo Mackenna como vicepresidente, Luis Contreras como tesorero, los hermanos Rubén y Nicolás Arroyo como secretario y prosecretario respectivamente, además de Juan Quiñones, Enrique Zapata y Guillermo Cáceres, quienes se desempeñaron como directores.

Para disminuir los costos del club, la dirigencia decidió reducir los incentivos monetarios que se pagaban a los futbolistas del primer equipo, lo que provocó un fuerte rechazo por parte de estos y de algunos dirigentes.

[5]​ A fin de reorganizar la institución, fue designado un comité ejecutivo, el que estuvo encabezado por Fernando Larraín Mancheño.

[6]​ Al término de su administración fue elegido presidente Ricardo Cortés Monroy,[4]​ sin embargo, su elección fue rechazada por los futbolistas del primer equipo, quienes incluso amenazaron con una renuncia masiva.

Tras el alejamiento de Labán en 1962, volvieron a producirse problemas internos en la institución, hasta que la situación se hizo insostenible en 1968, año en el que socios y dirigentes se dividieron entre adherentes y detractores del entonces presidente Guillermo Herrera.

El conflicto desembocó en sueldos impagos y una huelga por parte de los futbolistas.

Ese año, la elección por la presidencia enfrentó a Héctor Gálvez con Antonio Labán, expresidente del club, quien contaba con el apoyo del presidente de la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales (ANEF) Tucapel Jiménez, reconocido opositor a la dictadura cívico-militar.

[14]​ Como presidente del club fue designado primeramente Jorge Lafrenz, en ese momento vicepresidente de la ACF, pero fue reemplazado una semana después por Javier Vial.

[15]​ Pese a las altas expectativas generadas en un comienzo, el fracaso del proyecto que buscaba convertir a los clubes de fútbol en sociedades anónimas, sumado a la deuda que arrastraba el club por la construcción de la obra gruesa del Estadio Monumental, provocó que BHC, quien había sido uno de los impulsores del proyecto de privatización, dejase la administración del club, que quedó sumido en serios problemas económicos.

Según declaraciones del propio Dragicevic el club tenía por ese entonces una deuda cercana a los $3850 millones[21]​ (alrededor de US$8 millones de la época), sin embargo, los altos ingresos que recibía el club, entre otros, por derechos de televisión (que en 1995 alcanzaron los $2303 millones),[21]​ permitieron que continuase funcionando normalmente.

[33]​ Finalmente fue dejado en libertad dos días después,[34]​ al no encontrar pruebas en su contra.

[38]​ El 24 de junio, se cerró el contrato entre la Corporación Club Social y Deportivo Colo-Colo y Blanco y Negro S.A., pasando este último a administrar todos los activos del club e iniciando sus operaciones el 1 de julio de 2005.

Posteriormente comenzaron los pagos a los acreedores valistas, que oscilaron entre un 40 y un 70 % de la deuda.

Sin embargo, luego de que la municipalidad negase los permisos para iniciar las obras en dicha zona, el club decidió vender los terrenos al Seguro Obrero, dirigido en ese momento por Pedro Foncea, por un monto de alrededor de $33 000 000, transacción que se llevó a cabo gracias a un permiso especial otorgado por el Presidente de la República Carlos Ibáñez del Campo.

Entre sus primeras medidas,[44]​ la junta de acreedores de la Inmobiliaria acordó la venta inmediata del Estadio Monumental, sin embargo, el hecho de que los terrenos donde este se emplazaba el recinto no fueran para uso comercial o residencial, lo que disminuía considerablemente su valor, frenó el proyecto.

[52]​ Por otra parte, con un 24,71 % del paquete accionario Aníbal Mosa posee la mayor participación individual en la sociedad concesionaria, reemplazando en julio de 2012 al empresario Hernán Levy.

Estos, salvó excepciones, eran escogidos directamente por los socios del club mediante sufragio universal.

[57]​ Durante su etapa como Corporación, Colo-Colo fue intervenido en varias ocasiones por la asociación de turno, en estos casos el club pasaba a ser manejado por una comisión interventora que designaba un presidente.

Corporación Comisión Interventora Síndicos de quiebra Blanco y Negro S.A.

Colo Colo , emblema de la institución.
Carlos Cariola , presidente de Colo-Colo a fines de los años 1920.
La Casona de Cienfuegos 41 , que sirvió como sede de Colo-Colo entre 1953 y 2004, fue una de las principales perdidas del club producto de la quiebra.
Alberto Parodi, primer presidente de Colo-Colo.