A pesar de las amenazas de muerte recibidas, se logró la formación del jurado y el mantenimiento del proceso.[3][4] En 1979 fue elegida para el parlamento italiano en las listas del Partido Radical y se convirtió en presidenta del grupo radical en la Cámara de Diputados.Fue reelegida durante las elecciones de 1983 y permaneció en el cargo hasta 1985, cuando renunció para permitir la rotación.En los últimos años estuvo comprometida con el problema de los presos políticos, apoyando las huelgas de hambre y las luchas no violentas, haciendo una contribución decisiva para superar el régimen de las cárceles especiales.[6] También en este período coordinó la campaña del Partido Radical hasta la victoria final en el caso judicial de Enzo Tortora, cuyo compromiso constante y profundo explotó el problema de las graves desviaciones del sistema judicial italiano y lo convirtió en el símbolo de la lucha por una "justicia limpia".