Se le conocen varios diseños realizados para la exposición nacional de arquitectura en Turín.
En 1889 se establece en Brasil, donde trabaja como encargado de los proyectos para una exposición universal, viajando más tarde a Buenos Aires y Montevideo.
Fue a este último edificio al que más tiempo le dedicó, trabajando en él aún tiempo después de haberse iniciado la Revolución mexicana (1916).
Se menciona que desde Roma enviaba aportaciones e ideas para la finalización del Palacio de Bellas Artes, y que escribió un libro sobre la construcción y diseño de teatros.
Se piensa que apoyó a su hermano Sesto Boari para el proyecto del Teatro Nuevo de Ferrara, que guarda cierta semejanza con el del ya mencionado Teatro nacional de México.