[2][3] La voz adalid se deriva de la árabe dalíl (دليل), que significa mostrador, porque enseñaba el camino e iba adelante para acometer al enemigo.
[7] Cuando un rey o un señor quería crear un adalid, reunía a doce adalides y hacía la selección.
Según el rey Alfonso X (1221-1284), "se aconsejaba antiguamente que tuviesen las cualidades antes dichas... para poder guiar las tropas y ejércitos en tiempo de guerra, ... por eso se les llamaba Adalides, que equivale a guías".
[8] Se requería que los adalides conocieran a sus hombres, el terreno regional y las tácticas militares.
[7] Los adalides eran jinetes, y eligieron a los almocadenes, que eran jefes no oficiales de la infantería.