Se sabe que el último rey asirio, Asarhaddón (681–669 a. C.) tuvo un exorcista personal con el mismo nombre[1] Fue hijo de Kashtiliash IV, el cual fue derrocado por el rey asirio Tukulti-Ninurta I durante un período de debilidad de Babilonia en el que estuvo más o menos sometida a Asiria.
Sin embargo, la situación política dio un gran vuelco cuando Tukulti-Ninurta I resultó asesinado por uno de sus hijos.
Fue entronizado tras una revuelta en el sur de Mesopotamia,[2] mientras el norte seguía ocupado por fuerzas asirias.
El control sobre todo el territorio no se pudo alcanzar hasta el año 25 o 30 de su reinado, aunque los acontecimientos y cronología están discutidos.
Adad-shuma-usur recuperó el antiguo título de <