[6] Por su parte, el Gobierno chino tuvo que soportar las acerbas críticas de la fracción del Kuomintang con centro en Cantón, que se oponía a pactar con los japoneses.
[6] Las unidades militares japonesas avanzaron hacia Pekín entre el 20 y el 24 de mayo,[7] justificando la operación por los acontecimientos mencionados.
[2] El Ejército de Kwantung seguía tensando las relaciones con China, entrometiéndose en los asuntos del norte del país y tratando de fomentar un movimiento secesionista en la región.
[15] En la zona ya evacuada por lo estipulado en esta, los japoneses establecieron una autoridad títere, el Consejo Autónomo Anticomunista de Hebei Oriental.
[15] Al mismo tiempo, el acuerdo debilitó la autoridad del Gobierno de Nankín en la zona y aumentó su descrédito entre la población, pues parecía incapaz de frenar la expansión japonesa en el país.