Su hermano trabajaba en la Casa de la Misericordia, institución murciana que acogía a niños huérfanos.
Al conocer la problemática para la inserción profesional que se encontraban, decide proporcionarles educación musical.
[1] En 1879 se creó la banda a la que dedicó sus mayores esfuerzos el resto de su vida.
Vestidos de estudiantes del siglo XVII, con sus panderas, violines, guitarras, flautas y postizas, formaban un cuadro encantador.
Aquellas voces infantiles, aquel coro daba la nota conmovedora, de estas fiestas.
En las tardes de verano actuaban en la Glorieta al igual que otras bandas.