Se le ha glosado con el nombre de Azo Soldanus, por el apellido de su padre, o también Acio Porcio (Azzone dei Porci), para distinguirlo de otros famosos italianos posteriores, también llamados Azzo o Azzone.
La Summa Codicis es uno de los pocos textos jurídicos medievales en latín que fue traducida desde el principio al francés antiguo.
Las obras de Acio gozaron de gran autoridad entre generaciones de abogados europeos, de tal manera que se decía "Chi non ha Azzo, non vada al palazzo", que podría traducirse: "Quién no tenga a Acio, no vaya a palacio", es decir, que si no tienes de tu parte a Accio, no vayas a los tribunales de justicia ni como demandante ni como juez o doctor en leyes.
Estas glosas terminaron formando parte integrante de los libros legales y como texto de enseñanza (y posiblemente más) fueron una fuente de derecho durante siglos; tanto es así que se publican regularmente y conjuntamente en todas las viejas ediciones del Corpus Juris Civilis.
Estas Glossa Magna fueron comenzadas por Acio en su juventud, y más tarde fueron completadas por Acursio hacia 1228.