Justo después de dejar la escuela, Devéria se convirtió en alumno del pintor Anne Louis Girodet-Trioson, y más tarde se trasladó al estudio de Louis Lafitte.
En 1830, Devéria fundó una escuela privada de pintura junto con su hermano Eugène, con la que ambos conocieron cierto éxito; entre sus alumnos se encontraba Auguste Glaize.
Durante estos años, Devéria abandonó la pintura al óleo en favor de la litografía.
En los años siguientes, enseñó las técnicas litográficas y de pintura a su hijo, Théodule Devéria.
Devéria pasó sus últimos años viajando por Egipto, donde se dedicó a dibujar y transcribir inscripciones.