Acetildihidrocodeína

[1]​ Fue utilizado como supresor de la tos y analgésico.

No es común, pero tiene una actividad similar a la de otros opiáceos.

La acetildihidrocodeína se metaboliza en el hígado por desmetilación y desacetilación para producir dihidromorfina.

Los efectos secundarios son similares a los de otros opiáceos e incluyen picor, náuseas y depresión respiratoria.

Aunque es un opioide de baja a moderada intensidad y aún se emplea en la medicina de otras partes del mundo, la acetildihidrocodeína es una sustancia controlada de la Lista I en los Estados Unidos y del grupo I en México.