Aborto y salud mental

La relación entre aborto inducido y salud mental es un área de controversia política y ético-moral,[1]​[2]​ a pesar de que diversos médicos y científicos han concluido repetidamente que el aborto inducido no representa mayores riesgos para la salud mental que llevar a término embarazos no deseados.Los médicos profesionales y pro-abortistas han argumentado que el esfuerzo por popularizar la idea de un síndrome postaborto es una estrategia utilizada por los oponentes del aborto con fines políticos.[1]​[8]​[11]​[12]​ El consenso científico y médico arroja que el aborto inducido no conlleva por sí mismo consecuencias en la salud mental de la mujer.Las correlaciones observadas en algunos estudios pueden explicarse por las circunstancias sociales preexistentes y la salud emocional.El panel observó una grave inconsistencia entre los resultados informados por los estudios sobre el efecto de los abortos múltiples.[20]​[21]​ La idea de que el aborto tiene efectos psicológicos negativos fue ampliamente promovida por los centros católicos en la década de 1970 y el término "síndrome postaborto" ha sido ampliamente utilizado por los mismos para justificar sus posturas negativas sobre el aborto.