Dicha sentencia prohibió a los distintos estados cualquier limitación del aborto temprano durante ese plazo aunque podían imponerse restricciones o prohibiciones absolutas, dependiendo de los supuestos, una vez superado ese plazo de tres meses.
[2][1] En 2022, el Tribunal Supremo de los Estados Unidos, dictaminó que el aborto no es un derecho establecido en la constitución, y como consecuencia, se permitió a los estados individuales regular cualquier aspecto del aborto que no esté prevenido por ley federal,[3] a partir de esto, algunos estados ya están a favor de prohibir el aborto.
Entonces una mujer debía poder rechazar las relaciones sexuales con su marido -de las que se derivaba el embarazo no deseado y el aborto-; no había ley que protegiera a la mujer de violación del marido y las mujeres de escasos recursos se encontraban sin la menor independencia para el divorcio y el rechazo de las relaciones sexuales.
A pesar de la penalización el aborto continuó durante el siglo XX, haciéndose su práctica muy insegura al considerarse ilegal.
[15] Antes de la sentencia caso Roe contra Wade había excepciones a la prohibición del aborto en al menos 10 estados -por violación, peligro para la madre e incesto-.
[16] En 1965 el Colegio estadounidense de obstetras y ginecólogos (ACOG-American Congress of Obstetricians and Gynecologists) asumió la posición defendida por Bent Boving en 1959 quien consideraba que la concepción comenzaba en la implantación del embrión y no cuando se producía la fecundación.
[19] En 1970, las abogadas Linda Coffee y Sarah Weddington, presentaron una demanda en Texas representando a Norma L. McCorvey ("Jane Roe") reclamando el derecho al aborto inducido por violación.
UU., aunque sobre la base de sus propios cálculos el Instituto Guttmacher asegura que la cifra real se acerca más a los 860 000.