Abolición del mercado
Los abolicionistas del mercado argumentan que el mercado es moralmente rechazable, antisocial, ineficiente y desperdiciador en la asignación de recursos y en última instancia incompatible con la supervivencia del medio ambiente.Otras alternativas se han propuesto para reemplazar a la economía de mercado capitalista.[2] Estos modelos abolicionistas de mercado aún no se han probado a gran escala en el mundo industrializado moderno.Estas críticas ya estaban presentes en socialistas pioneros como Charles Fourier y Henri de Saint-Simon.Daba ejemplos como cuando se dejaba pudrir alimentos perecibles o se escondía productos a veces de primera necesidad por parte de productores y comerciantes para especular con los precios y subirlos para su ventaja.Así mismo afirmaba como este sistema desprotegía a los consumidores y los alejaba de los productores.[4] Karl Marx, por ejemplo, afirmaba que los mercados en las condiciones actuales a la larga necesariamente tienden a la concentración de riqueza en pocas manos y así esto significa la desposesión de otros.Esto en tanto implica el desconectarse del mercado global en un acto de soberanía.No obstante, se podría argumentar qué los errores de la información se deben al grado de centralización en la actividad económica tal como fue planteado originalmente en el debate del cálculo económico en el socialismo.