Abadía de Waverley

Durante su primer siglo de existencia, se fundaron seis monasterios y a pesar de que muchos miembros abandonaban la abadía por tal razón, esta tenía setenta monjes y ciento veinte hermanos laicos en 1187.

El lugar estaba sujeto a inundaciones regulares, sin embargo, en 1203 se comenzó una nueva iglesia y monasterio la cual fue dedicada en 1231.

El rey Juan I visitó Waverley en 1209, y Enrique III en 1225.

Para finales del siglo XIII, la abadía comenzó a perder su importancia.

Se ha dicho que el gran espacio abierto formado por la curva del río en un lado y por un lago al otro, fue intencionado para ser una gran trampa para tanques para cualquier ejército alemán que intentara superar las defensas de Londres.

Ruinas de la Abadía de Waverley.