Abadía de Murbach

Desde este lugar son visibles las dos altas torres, vestigios de una célebre abadía románica.

La abadía se contaba entre las más ricas e influyentes del Sacro Imperio Romano Germánico.

Los abades, que procedían de buenas familias, poseían minas, una biblioteca impresionante y acuñaron su propia moneda.

La gente del pueblo solía utilizar la frase «Más orgulloso que el perro de Murbach».

En el interior se encuentra el sarcófago de siete monjes muertos por los húngaros en 926, la estatua yacente del conde Eberhard (siglo XIV) y un órgano.

La estatua yacente del conde Eberhard.
El órgano.