Es una canción a la empatia hacia el prójimo, escrita y producida por el mismo Sanz.
UU., y dirigido por Jaume De Laiguana.
Entonces, Sanz es visto paseando solo en una calle, luego, toma un periódico de la basura y comienza a leerlo.
Él toma su guitarra, que también está allí.
Entonces es cuando se revela que él es el dueño de los objetos, y que su novia es quien los lanzó allí tras una discusión.