AZUPANE-Lagunillas

[3]​ La rica región, sin embargo, no contaba con ningún espacio para la educación especial.

Los casos más difíciles permanecían completamente aislados en sus residencias, sin tener comunicación con la sociedad.

El logro más importante en esta etapa fue el haber conseguido que las poderosas empresas petroleras transnacionales, radicadas en la Costa Oriental del Lago de Maracaibo, incluyeran el proyecto en su programa de donaciones.

[4]​ La segunda etapa se concentró en la búsqueda y selección de personal calificado, cuando la especialización en educación especial era inexistente.

[3]​ La tercera etapa centró sus esfuerzos en conseguir un local apropiado para iniciar actividades, aspecto que tomó un año de envíos de solicitudes a diferentes empresas públicas y privadas.

[6]​ AZUPANE- Lagunillas comenzó sus actividades con siete alumnos, mientras la señora Lugo, junto al comité de benefactores, las alcaldías y las escuelas locales, continuaba investigando la población infantil de la región.

Jardines de la primera sede de AZUPANE-Lagunillas. En primer plano aparece su fundadora, Betty Cecilia Lugo
La filántropa Venezolana Betty Cecilia Lugo, fundadora de AZUPANE-Lagunillas