Originalmente encargados para la Armada portuguesa, los dos barcos fueron comprados por Colombia mientras aún estaban en construcción.
Los destructores llevaban suficiente combustible para darles un alcance de 5.400 millas náuticas (10.000 km; 6.200 mi) a 15 nudos (28 km/h; 17 mph).
Luego de acercarse, en la oscuridad, los colombianos encontraron al U-154 navegando en la superficie.
Se observó una mancha de petróleo y escombros, lo que parece confirmar el hundimiento del submarino.
En total, el enfrentamiento no duró más de tres minutos, y el Caldas se dirigió hacia su puerto, sin buscar supervivientes.