Cada año desde 1978 participa de las campañas antárticas en apoyo a las bases argentinas.Posteriormente fue enviado a las Malvinas, donde operó como buque hospital hasta el final del conflicto.La operación fue llamada «Cruz del Sur» y debió ser efectuada en el duro invierno antártico.El Magdalena Oldendorff estaba sirviendo a la base rusa de Novolázarevskaya, y en junio quedó atrapado al intentar salir del mar congelado.Primero se acercó el buque sudafricano S.A. Agulhas, que desde 330 km pudo rescatar a gran parte de científicos y personal mediante helicópteros ya que se temía la escasez de alimentos y energía en el buque, que se encontraba expuesto a temperaturas cercanas a los –50 °C.Posteriormente se acercó, el ARA Almirante Irizar, avanzando sobre los 330 km de hielo, aprovisionó al buque con medicinas, combustibles y alimentos.En 2012, el Correo Argentino emitió una estampilla conmemorando diez años de la Operación Cruz del Sur.En dichas campañas otros buques de la Armada Argentina participan junto al rompehielos.La operación se completó con éxito cuando a las 6:45 fueron rescatados los últimos náufragos de las 32 balsas salvavidas usadas, reportándose sólo cuatro heridos leves y ninguna víctima fatal.En tanto, la Fuerza Aérea Argentina puso a disposición un avión C-130 Hercules con personal profesional, además de un F28 Fellowship.La Armada Argentina dispuso a su vez un P-3 Orion, un BE-200 Cormorán para sobrevolar la zona donde se encontraba el buque y otro F28 para transporte.Luego, con personal técnico de la Armada Argentina, regresó al buque para comenzar las evaluaciones del estado de la nave y apagar los últimos focos del incendio.Con esto se comenzó a enfriar las secciones externas del barco y así intentar extinguir los focos de fuego, al mismo tiempo que tienen planificado que el aviso Suboficial Castillo se ubique al costado del RHAI para acelerar el enfriamiento.Una vez controlada la situación podrá establecerse con certeza las tareas de evaluación y su posible remolque.El 14 de abril se iniciaron los trabajos para permitir acondicionar al rompehielos para remolcarlo hacia la Base Naval Puerto Belgrano.No existen focos ígneos, por lo que el buque se encuentra controlado y náuticamente seguro.Las condiciones hidrometeorológicas en la zona presentan vientos moderados a fuertes, lo que ocasiona olas moderadamente altas en un mar que se encuentra a 11° de temperatura.La intención es aprovechar las actuales condiciones meteorológicas favorables para iniciar el remolque ya que el pronóstico preve que las condiciones hidrometeorológicas desmejoren hacia la tarde del día domingo.Autoridades marítimas solicitaron al remolcador Libertador, puesta a disposición de la Armada, «que se dirija hacia el lugar en el que se produjo el incendio para sumarse a las tareas de recuperación y remolque» del Irízar, dice el parte informativo.Una vez en la Base Naval Puerto Belgrano el «coloso anaranjado» sería reparado en dique seco.En una ruta calcada sobre ese meridiano, que también atraviesa la Base Naval Puerto Belgrano, el tren de remolque encaró viaje al norte.Finalmente, pasadas las 21 el ARA Almirante Irizar hizo su ingreso a la Base Naval Puerto Belgrano.En este punto no pudieron ser retirados por el buque Laurence M. Gould de los Estados Unidos, por ende el ARA Almirante Irízar, que estaba operando en la base Carlini, en el noroeste de la península antártica, partió hacia el Este para efectuar la evacuación, en coordinación con el personal estadounidense a bordo del buque y, con sus helicópteros, logró retirar el campamento completo de cinco científicos con su carga, según informó Cancillería Argentina en un comunicado.
Maqueta del rompehielos en el Museo Marítimo de Ushuaia
El Almirante Irízar en el astillero en reparación en seco
Estacionado de noche en Puerto Nuevo, Buenos Aires.