Los dispositivos desarrollados permiten una constante protección contra misiles de guía infrarroja.
El ALQ-144 y el ALQ-147 fueron entregados por primera vez a las fuerzas armadas de Estados Unidos en 1981.
Esta señal constante era requerida por los primeros misiles para producir una "fijación" (del inglés "lock on") lo que permitía el lanzamiento.
El ALQ-144A fue acelerado en entrar en servicio en los aviones de Estados Unidos a tiempo para estar presente en la Guerra del Golfo de 1991, ya que Irak tenía almacenado misiles SA-14 y SA-16, contra los cuales el ALQ-144 solo era parcialmente efectivo.
El sistema controlado por un microprocesador y tiene preinstalado cinco patrones de perturbación.