25 de Mayo (1828)

Al no encontrar en Baltimore ningún buque que reuniera las condiciones necesarias, Fournier se dirigió por tierra a Nueva York alentado por las noticias de que allí se encontraba a la venta una corbeta de 26 cañones.

Al arribar a Nueva York supo que el buque había sido comprado por el gobierno mexicano.

La operación incluía la provisión de víveres suficientes para alimentar 250 hombres por un período cuatro meses.

Una vez reunidos, pasaron a la isla San Eustaquio, donde Fournier adquirió un bergantín goleta dinamarqués que bautizó Gobernador Dorrego (16 cañones, puesta al mando del teniente André Barriteaud)[1]​ y se reunió con el capitán Roberto Guillermo Beazley del bergantín corsario Presidente obteniendo algunas patentes de corso en blanco.

Nunca se encontró rastro alguno del trágico suceso, pese a la larga búsqueda efectuada por el Gobernador Dorrego y, posteriormente, por el bergantín General Rondeau (John Halstead Coe).