Está basado en hechos reales en los que John Allen Muhammad y Lee Boyd Malvo sembraron el terror en Estados Unidos, tiroteando indiscriminadamente a ciudadanos.
Por ello el pánico se apodera de la población.
Mientras tanto la policía, bajo el mando de Charles Moose, en colaboración con el FBI, persigue al asesino no teniendo pistas, mientras que continua matando.
Finalmente consiguen descubrir que los asesinatos fueron cometidos por dos asesinos, un padre y su hijo.
El telefilme fue rodado en Maryland, Virginia y Washington D. C..[2]