Es un líquido incoloro, inflamable y de olor dulce.
El 1,2-dicloropropano es un intermediario en la producción de percloroetileno y otras sustancias químicas cloradas.
Por lo tanto, existe evidencia razonable de que el 1,2-dicloropropano puede ser cancerígeno.
[3] Los datos de estudios en animales muestran crecimiento tumoral en el hígado y las glándulas mamarias.
[4] Otros estudios en animales que involucran datos de toxicidad por inhalación han hecho que el Instituto Nacional para la Seguridad y Salud Ocupacional clasifique el 1,2-dicloropropano como carcinógeno e IDLH.