Su objetivo es mantener la fecha del año para la cual fue publicada una efeméride, evitando así cualquier referencia al año anterior, incluso habiendo aceptado que se trata de la misma fecha que el 31 de diciembre del año anterior.
Con este sistema se empieza a contar el tiempo a través del meridiano superior, y no del meridiano inferior, por lo que es una medida de día astronómico.
Aunque parezca confuso, ya que resulta evidente que no existe el 0 de enero en el calendario usual, el propósito de su creación fue únicamente astronómico.
[2] Resulta similar al 0 de marzo, utilizado en el algoritmo Doomsday para calcular en qué día de la semana cae un día en un año determinado.
El software Microsoft Excel permite reconocer al 0 de enero como una fecha válida.