El sufijo -gate, procedente del idioma inglés y pronunciado «gueit», se utiliza como parte de la denominación de escándalos famosos.
Deriva del escándalo Watergate, que fue de gran magnitud; su consecuencia fue la renuncia del presidente estadounidense Richard Nixon.
El primer escándalo en apelar a este juego de palabras fue el "Winegate" francés, aprovechando la similitud en inglés entre "wine" (vino) y "water" de Watergate.
Por ejemplo, se puede citar al Yomagate[3] y el Boudougate en Argentina, Ferrerasgate[4] en España, Petrogate[5] y Vacunagate en el Perú, Pemexgate[6] en México, Milicogate en Chile o Valijagate en Venezuela.
El uso del mismo estuvo más extendido en tiempos recientes con el caso Cablegate de Wikileaks.