Tiene características en común con Orms þáttr Stórólfssonar y fueron dos relatos muy populares en su época.
Ivarr niega que el niño sea suyo y regresa a Noruega.
También le dice a Porsteinn que debe ir al extranjero y aceptar el cambio en la nueva fe (cristianismo).
Porsteinn viaja a Noruega, para convertirse al cristianismo mientras luchaba con un trol en Heidarskogr.
Þorsteinn lleva a cabo grandes hazañas hasta que Ivarr Ijomi se ve obligado a reconocer la paternidad, y luego es bautizado por Olaf I de Noruega.